Expertos gallegos ensayan un medicamento para aumentar el deseo sexual femenino

deseo
Colaboración con Amaia Mauleón para Faro de Vigo.
El ginecólogo José Luis Doval coordina en Galicia el estudio europeo, que ya se está probando en mujeres gallegas.

Un equipo de especialistas gallegos participa en un ensayo clínico europeo para testar un medicamento que aumentará el deseo sexual femenino. El ginecólogo José Luis Doval, del hospital de Ourense, coordina el trabajo, que se encuentra ya en la segunda fase y se está probando en mujeres gallegas jóvenes que sufren esta falta de deseo. El único tratamiento farmacológico que existe hasta ahora para este problema son unos parches de testosterona que tienen una duración de 24 horas. “No es un tratamiento curativo”, advierten los expertos.

El nuevo fármaco, por su parte, no es hormonal por lo que, esperan, tendrá menos efectos secundarios. Los médicos han detectado que las mujeres que participan en el ensayo tienen bajos los niveles de testosterona, lo que demuestra que “la falta de deseo sexual no es sólo un problema psicológico, sino que también hay algo orgánico”, destaca la psicóloga Encarnación Sueiro, del Centro de Orientación Familiar de Ourense.

En España, también están testando el fármaco equipos de Barcelona y del País Vasco, aunque es el gallego el que más mujeres ha conseguido reclutar. “Un ensayo de este tipo requiere mucho control y seguimiento en las pacientes, por eso es complicado conseguir que acepten”, comenta el ginecólogo que recuerda, además, que en España “al contrario que en Estados Unidos”, esta participación es altruista. Más adelante se realizarán nuevas pruebas pero, esta vez, con mujeres premenopáusicas.

Al igual que ocurrió con la Viagra, el poder de aumentar el deseo de este nuevo medicamento se descubrió de manera casual, ya que en principio estaba indicado para otras patologías que no tienen ninguna relación. Sin embargo, los expertos destacan que estos medicamentos no son curativos, sólo sustitutivos, por lo que a ellos se debe unir siempre el tratamiento psicológico.

La falta de deseo sexual se ha convertido en un problema que afecta a una población cada vez más joven. El estrés generado por el modo de vida de la sociedad actual, la ansiedad, la competitividad en los puestos de trabajo e, incluso, la televisión, echan abajo el mito de que los jóvenes son los que mejor se lucen en la cama, los que más disfrutan y practican el sexo.

Además, esa falta de deseo no afecta sólo a las mujeres. “Tradicionalmente, se achacaba casi siempre a ellas esa desapetencia, pero los porcentajes ahora son muy parecidos”, destaca Manuel Varela, presidente de la Sociedad Galega de Sexología.

Sin embargo, según especifica Sueiro, “el deseo de la mujer no es igual al del hombre; hormonalmente y educacionalmente somos diferentes. A veces, no significa que la mujer no tenga deseo, sino que lo que le apetece son las caricias, los afectos y no simplemente del acto sexual; en ellas el deseo aparece después de la excitación y en ellos antes”, explica.

Como apunta la psicóloga, “el deseo suele disminuir cuando se comienza a vivir en pareja; antes no se nota porque hay muchas menos ocasiones de mantener relaciones”. Además, la vida conjunta provoca una “acomodación de deseos”. “Al igual que nos acomodamos a la otra persona en gustos de comidas, de televisión u otros hábitos, el ritmo del deseo también suele acoplarse”. A veces, en cambio, no ocurre esto. “Algunas mujeres creen que no tienen apetito sexual pero no es así; tienen menos en comparación con ellos, que es diferente”.

La franja de edad en la que el sexólogo Emilio López Bastos se encuentra más problemas de desapetencia es en la de los 30-40 años con hijos pequeños. “El agobio, cansancio y tener que hacer todo corriendo hacen que casi se tengan que apuntar en una agenda mantener relaciones”, destaca el experto. Sin embargo, “advertimos que los más mayores se vuelven más activos”.

A pesar de todo, la falta de deseo aún no es el problema de consulta más frecuente. Son el vaginismo (imposibilidad de realizar el acto sexual debido a la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina) en ellas y la eyaculación precoz y disfunción eréctil en el caso de los varones, los casos más habituales.

La eyaculación precoz antes no se comentaba mucho, pero ahora los jóvenes tienen menos prejuicios y pudores para buscar ayuda. Afecta aproximadamente a un 20 por ciento de los hombres, desde jóvenes de 20 años a señores de 60 aunque, según Manolo Castro, miembro de la sección de Psicología Clínica del área sanitaria de Ferrol. “Los casos que más vemos son de chicos de 16 a 25 años con mucha ansiedad”. La mayoría de las veces, viene generada por practicar el sexo en sitios en los que no se sienten seguros y la respuesta precoz es ahí entendible. El problema, advierte, es que “las primeras experiencias van moldeando a la persona y si las parejas siempre realizan el acto sexual en estas condiciones, puede provocar casos de vaginismo o eyaculación precoz verdaderos”.

Según Manuel Varela, “el 80 por ciento de los casos son psicológicos y no es una disfunción como tal. Aunque es un problema que suele tener solución, para curarse tienen que ser capaces de cambiar su forma de plantearse el sexo y tener la mente abierta”, advierte.

Publicado en:Faro de Vigo, el 23 de Noviembre de 2008.

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