La infancia agoniza: de niña a mujer

La retirada de un biquini con relleno para niñas de 7 años reabre el debate sobre la “erotización” de una edad imprescindible
erotización
Entrevista para el artículo de Amaia Mauleón en Faro de Vigo

El bolso, los tacones y el ligero maquillaje de Suri, la hija de 3 años de Tom Cruise y Katie Holmes llevaron las manos a la cabeza a los padres de muchas niñas españolas. Sin embargo, esta tendencia a acortar y erotizar la infancia no es un problema exclusivo de la sociedad americana. Esta semana una cadena de ropa británica se ha visto obligada a retirar una línea de biquinis con relleno para niñas de 7 años, lo que ha reabierto el debate sobre el bienestar de los niños. Expertos gallegos advierten sobre los riesgos físicos y emocionales que este fenómeno puede tener en la infancia.

Bolso, pintalabios, tacones, camisetas cortas y ajustadas y minifalda. Las niñas de siete años ya no quieren lacitos, chaquetillas de perlé ni vestidos de nido de abeja. Resulta gracioso ver a esas “lolitas” del siglo XXI disfrazarse de adolescentes en casa pero, ¿es un juego inocente? Esta semana, la cadena de moda británica Primark fue obligada a retirar una línea de biquinis con relleno para niñas de siete años y los especialistas han dado la voz de alarma ante lo que denominan la “erotización de la infancia”; advierten de que esta tendencia puede acarrear trastornos a medio y largo plazo en los niños y señalan a varios culpables.

Psicólogos, sexólogos y pedagogos gallegos coinciden en esta inquietud y señalan a la publicidad y a la televisión como promotores de este fenómeno. “En especial las series de televisión presentan modas de vestir y actitudes que unen cada vez más una parte de la inocencia de la juventud con la sensualidad”, advierte Juan Carlos Colao, director de la clínica Psicólogos SM en Vigo que asegura que esta precocidad pasa factura en la adolescencia. “Se está produciendo un gran desequilibrio en los jóvenes que cada día llegan más tempranamente a las relaciones sexuales, lo que unido a la escasa formación, inseguridad y falta de madurez para ello, provoca grandes crisis y sobre todo una desorientación y unas ideas confusas respecto al otro sexo y al amor”, describe.

El sexólogo y psicólogo escolar Emilio López Bastos aplaude la retirada del biquini con relleno ya que prendas así “alteran el esquema corporal de los niños con sensaciones que no se corresponden con su edad y puede repercutir en su pubertad”. Observa que cada vez más niñas llegan a los centros educativos con sombra de ojos y pintalabios. “Jugar a maquillarse en casa es algo normal, pero los padres deben evitar que el juego salga fuera de casa y tratar de que el aspecto físico de los niños esté en consonancia con su edad”.

El psicólogo lamenta que en la última década “han cambiado mucho los valores en los padres y la importancia que dan a las cosas”. Asegura que hoy se encuentra con niñas de 9 años que usan tanga. “Esas sensaciones no acordes con su edad dejan una huella a nivel emocional; identificarse casi permanentemente con mujeres adultas puede acarrear consecuencias como los casos cada vez más tempranos de anorexia”, indica.

Los biquinis de Primark no son un caso aislado en esta polémica. La publicidad ha recibido varios golpes. El más sonado fue hace tres años a raíz de una campaña de Armani para su línea de ropa infantil. En ella aparecían dos niñas de unos 5 años, con rasgos orientales, maquilladas y vestidas con biquini y short, en una pose sexy. Recibió un aluvión de críticas que destacaban el fomento del turismo sexual que implicaba la campaña.

Mientras, las niñas juegan a diario con las muñecas Bratz, de apariencia rompedora y sexy, aunque representan teóricamente a niñas de 6 o 7 años e imitan a sus ídolos infantiles musicales y a las niñas que posan en las revistas como experimentadas modelos. “Las niñas cada vez quieren convertirse en jóvenes más rápido y todo lo que les rodea les invita a hacerlo”, denuncia José Manuel Suárez, presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia. El experto aconseja a los padres “poner límites y normas a los niños para no dejar escapar la infancia”. Admite que, “aunque los profesores también tratan de contrarrestar esta tendencia, es muy complicado cuando los niños siguen a unos ídolos que hacen precisamente lo contrario de lo que tú les indicas”.

Las marcas de ropa infantil se adaptan a la demanda. Existen unas rígidas normativas de seguridad respecto a los tejidos y elementos accesorios, pero no hay ningún tipo de restricción legal sobre el diseño, por lo que cada marca se pone sus propios límites. Las firmas tradicionales son las que más sufren el cambio. “Hace años fabricábamos prendas para niños de hasta doce años; ahora no hay demanda y bajamos las tallas hasta los seis; a partir de ahí los niños ya deciden y prefieren una imagen más adulta”, explica Carlos López, director comercial de la marca gallega Foque. “Nosotros pretendemos que los niños vistan como niños, que ya tendrán tiempo de convertirse en adultos”, añade este empresario.

Publicado en:Faro de Vigo, el 19 de Abril de 2010.

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