“Nuestra meta es derribar los mitos sexuales que aún imperan”

Entrevista por Marta Paredes
sexólogo

Los medios de comunicación ponen a nuestro alcance numerosos contenidos de sexo, ya sea en blogs, programas televisivos, artículos…¿Estamos mejor informados que hace unos años?

En general sí, ya que hay más información debido a las facilidades que tiene la Psicología y Sexología para hacer públicos sus conocimientos. Pero hay una parte negativa porque no toda la información que se cuela en los medios es válida. Algunos programas de televisión tratan el sexo desde un punto de vista morboso y no objetivo, ciertas webs buscan el sensacionalismo y dicen cualquier cosa con tal de llamar la atención. Me refiero a noticias como la que protagonizó el matrimonio Beckham que, supuestamente, hacía el amor de pie porque una sexóloga les había dicho que así se aseguraban que el bebé sería niña. Aclaremos esto cuanto antes: la postura no influye para nada.

¿La educación sexual está orientada a explicar anatomía y advertir de los posibles riesgos más que a la consecución de una vida sexual satisfactoria?

Sí y, por desgracia, parece que va a seguir siendo así los próximos años. Pese a que han sido editados programas más serios y extensos por parte de catedráticos de Psicología, lo cierto es que las clases que reciben los alumnos se orientan a evitar el embarazo y el sida. Cuando hablas sobre las enfermedades de transmisión sexual, lo normal es que la gente sólo conozca dos: la sífilis, prácticamente erradicada, y el sida; pero hay muchas otras.

¿El sexo no ha dejado de ser tabú?

No. No hablamos abiertamente de sexualidad, de lo que hablamos es de prácticas sexuales. Por otra parte, hay una serie de personas que se dedican a clasificar todas estas prácticas y no es raro que nos encontremos con listados de más de un centenar de parafilias. La última que me llamó la atención fue el “pestañalismo”, definida como la consecución de placer arrancándose las pestañas…No parece lógico que una persona obtenga placer sexual únicamente de este modo.

¿Y en la familia? ¿Los padres asumen la educación sexual de sus hijos?

No. Antes los padres ni sabían ni querían saber. Hoy en día se preocupan, pero no se sienten preparados para hablar de sexualidad con sus hijos, así que muchos buscan la ayuda de un profesional para que les explique todas las dudas que les puedan surgir. En otros casos, temen que si los chicos tienen demasiada información, puedan tener ganas de experimentar antes. Está demostrado que es al revés. En los países que hay una mayor tradición de educación sexual, la edad de inicio en el sexo es posterior con respecto a los países que, como España, carecen de ella.

¿Qué preocupa más a los jóvenes?

Si les preocupa algo, es un embarazo. Han acuñado la frase: “Se me fue la olla” para explicar lo que les ocurre. Y últimamente ni eso. Han descubierto que si acuden al servicio de urgencias de un hospital y piden la píldora del día después, argumentando que se les rompió el condón, el médico tiene que dársela. Así que terminan utilizándola como un método anticonceptivo, cuando no lo es, y desconocen cómo funciona o cuáles son sus consecuencias.

Pese a las campañas informativas, el 40% de los jóvenes españoles reconoce que no ha usado preservativo en alguna relación esporádica. ¿Por qué no se logra una mayor concienciación?

No es fácil, porque los adolescentes están en una etapa marcada por cierta invulnerabilidad. Por ejemplo, estamos cansados de ver los anuncios para que usen el casco cuando van en la moto, pero ellos no lo hacen porque simplemente piensan que son inmunes, no puede pasarles nada. Yo creo que, con tiempo e insistencia, finalmente tomarán conciencia de la importancia de la utilización del preservativo.

¿En qué situaciones deberíamos acudir a un sexólogo?

Si aparece algún tipo de dificultad en la vida sexual, ya sea en pareja o a nivel personal, como la falta de deseo, vaginismo, pérdida de erección…Uno siempre se preocupa por estas cosas y procura ponerle remedio y, si lo que hace no resulta, debe acudir cuanto antes a un sexólogo. Sin embargo, lo que suele ocurrir es que evitan las relaciones sexuales y no afrontan el problema hasta que encuentran una pareja que les gusta de verdad. Conviene saber que estas dificultades tienen solución,pero no de un día para otro.

¿Nos da pudor recurrir a la ayuda profesional?

Nos da mucha vergüenza. Sin embargo, una vez que vienen a la consulta, ven en qué consiste la terapia y solucionan su problema en pocos meses, se arrepienten de no haberlo hecho mucho antes. Se habrían evitado tanto tiempo con una vida sexual insatisfactoria.

¿Debemos venir con nuestra pareja?

Sí, pero no siempre se consigue. Aunque el problema lo tenga uno solo, la solución pasa por los dos.

¿Y si no la tienes?

En esos casos, empezamos a trabajar con técnicas específicas para que él o ella se sientan más preparados a la hora de afrontar el encuentro sexual cuando éste llegue.

¿Cuáles son los problemas más comunes en su consulta?

La falta de sexo en la pareja es cada vez el motivo más recurrente. El estrés al que estamos sometidos en nuestra vida diaria y el cansancio que arrastramos cuando llegamos a casa van aparcando las relaciones sexuales al fin de semana. La televisión perjudica muchísimo el sexo en pareja porque el rato que dedicamos cada noche a ver un programa antes de acostarnos se lo robamos a la relación sexual.

La legalidad vigente establece distintos modelos de familia. ¿Cómo influirá en la educación sexual de los jóvenes?

La homosexualidad se tratará de forma transversal en varias asignaturas, como Ética, cuando se hable de los derechos de todos los ciudadanos, por ejemplo. En las clases de educación sexual también habrá que explicar en qué consiste, aunque a muchos padres no les gustará la idea. En el ámbito familiar, si una pareja tiene un hijo homosexual o una hija lesbiana y no disponen de información suficiente para hablar con ellos, es preferible que busquen ayuda profesional. Un sexólogo le explicará al adolescente todo lo que necesite saber. De igual modo que vamos al médico si nos duele la garganta, en estos casos también hay que recurrir a un especialista con toda naturalidad.

Entrevista publicada en: Revista R nº 75, en Octubre de 2006.

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